Audiolibro Ur: La Historia y el Legado de la Antigua Capital Sumeria

Cuando arqueólogos estadounidenses descubrieron una colección de tablas cuneiformes en Iraq al final del siglo XIX, descubrieron una lengua y un pueblo que en ese momento solo eran conocidos por los estudiantes más expertos en la antigua Mesopotamia: los sumerios. Las proezas y hazañas de los otros pueblos mesopotámicos, como los asirios y los babilonios, ya eran Notorio para un gran segmento de la población a través del Antiguo Testamento; así como el campo emergente de los estudios del Oriente Próximo resolvió el enigma de la lengua acadia, que se usaba ampliamente en la región en épocas antiguas. Pero el descubrimiento de las tablas sumerias permitió conocer la existencia de la primitiva cultura sumeria. Mucho antes de que Alejandría tuviese tal nombre y antes aún de Menfis y Babilonia alcanzasen grandeza, la antigua ciudad mesopotámica de Ur fue una de las primeras urbes de Oriente Próximo. Sin embargo, en la actualidad, la grandeza y la influencia cultural de Ur ha sido olvidada por muchos, en parte porque sus monumentos no han resistido el paso del tiempo como sí lo hicieron los de otras ciudades antiguas. Por ejemplo: mientras los monumentos egipcios se construyeron en piedra, Ur y la mayoría de ciudades de Mesopotamia los crearon con ladrillo de barro, que es más fácil de trabajar que la piedra, pero también se destruye con mayor rapidez. La misma observación es aplicable a los documentos escritos producidos en Ur. Los pueblos de Mesopotamia —a los cuales pertenecía Ur— usaban el antiguo sistema de escritura cuneiforme normalmente escrito en láminas de arcilla cuyo mal estado de conservación ha dificultado el trabajo de eruditos modernos. A pesar de la efímera naturaleza de sus monumentos y documentos, Ur fue una gran fuente de inspiración tanto para los sumerios que la construyeron como para las culturas posteriores y reinos que habitaron Mesopotamia. Un análisis de las primeras fuentes relacionadas con Ur y las excavaciones arqueológicas de la antigua ciudad nos permiten afirmar que fue un referente cultural durante miles de años. Ur, inicialmente una ciudad sumeria de menor relevancia, alcanzó pronto la importancia de la urbe sumeria más importante. En el momento de su máximo esplendor, Ur fue el centro de una gran dinastía que controló la mayor parte de Mesopotamia mediante un ejército y una administración bien mantenida; y todas aquellas áreas que no estuviesen bajo su control directo eran influenciadas por los diplomáticos e ideas religiosas de Ur.