Nos encontramos en el siglo XX, con un mundo sin secretos, donde ya no quedan tierras por descubrir ni mares por navegar. Países de hace una generación apenas conocidos ahora son conquistados por Europa para satisfacer sus necesidades. Actualmente, gracias a los avances de la tecnología, es posible llegar a las fuentes del Nilo, poseídas por largo tiempo. Las Cataratas Victoria, vistas por primera vez por un europeo hace medio siglo, ahora producen energía eléctrica y hasta el baluarte de la naturaleza virgen, el Amazonas, ha sido explorado. El último territorio inalterado, el Tíbet, ha caído. Pero la Tierra conserva aún dos lugares fuertemente custodios de sus misterios, los Polos Norte y Sur.
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