El juicio, tanto el que nosotros nos autoimponemos como el que ejercemos sobre los demás, está en el origen de muchos de nuestros bloqueos emocionales. Cuando juzgamos a los demás podemos sentirnos satisfechos, pero este sentimiento de satisfacción desaparece rápidamente y provoca que nuestras energías disminuyan y que nuestros pensamientos se oscurezcan. La pensadora espiritual Gabrielle Bernstein decidió curar su relación con el juicio y transformó profundamente su vida. Se dio cuenta de que hacerse consciente de sus juicios le hacía una persona más atenta y responsable. Su disposición al cambio la liberó. Aquí ella comparte el proceso que usó para liberarse a sí misma: un programa interactivo de seis pasos basado en principios espirituales de un Curso de Milagros, yogah Kundalini, meditación y otras enseñanzas metafísicas y de sanación. Si sigues el proceso y dejas de juzgar, dolor y sufrimiento empezarán a desaparecer.
Deja una respuesta