Audiolibro Crates

Imaginamos a Crates caminando con una actitud desdeñosa, desgarbado y sucio, burlándose de los conceptos de patria o polis. Estaba vestido con una manta y su morral al estilo de su maestro, Diógenes de Sinope, a quien llamaban "el Perro", y proclamaba ser un "ciudadano del mundo" luego de despojarse de su fortuna y su estatus privilegiado. Esta era la Grecia del siglo IV a. C., recientemente sometida por los ejércitos de Alejandro Magno, evidenciando el malestar de la época con la extrema irreverencia de los cínicos. A diferencia del perro, Crates era un tipo amigable; todos estaban encantados de acogerlo dentro de sus hogares, incluso llegaron al punto de grabar una inscripción en los dinteles de las casas: "entrada para Crates, buen genio". Junto a la bella y adinerada Hiparquia protagonizó una de las más tiernas historias de amor al interior de la tradición filosófica, muchas de sus anécdotas relatadas por el historiador Diógenes Laercio en su obra "Vidas de los Filósofos". Esta relación de amor le costó a Hiparquia su dote y estatus privilegiado para seguir a su amado Crates y la filosofía cínica ha inspirado desde entonces a escritores y poetas. Por esta razón se le puede equiparar con los hippies y beatniks del siglo XX.